Cuando Ripley era a la sazón un tierno infante de unos 11 o 12 años, todas las mañanas a la hora de desayunar y antes de bajar para esperar a la ruta escolar que lo llevaría al colegio, a Retamar que se así se llama, leía el lateral del brik de leche mientras mojaba galletas en el cacao y no se lo van a creer pero de tanto leer todos los dias lo mismo acabó aprendiéndolo sin querer, decía así:
"La uperisación es el único proceso que aplicado a un producto de alta calidad permite mantener íntegros su sabor y valor nutritivos". Ahora que pierdo memoria no sería capaz de repetir la hazaña. Sin embargo aquello lo recuerdo nítidamente.
¿Que tiene que ver esto con el japonés de la foto? pues como de costumbre nada pero vamos entre el Museo del Prado que ya lo tengo visto mil veces y un sex shops yo no lo dudaria, pero claro no soy japonés sino español y estoy en Madrid otra cosa sería que dudara en Tokyo.
Pero no ha lugar allí no tienen nuestros museos. Concluyan ustedes mismos.
Pero no ha lugar allí no tienen nuestros museos. Concluyan ustedes mismos.
Pues, no me ha quedado muy claro qué elegirías entre el Museo del Prado y una sex shop, ¿o sí?
ResponderEliminar¡Serás pervertido!
Y no te metas con el japonés, que a ti me gustaría verte en Tokyo.
Ya está bien de meterte con los guiris, que buenos euros dejan para el saneamiento de nuestro producto interior bestia, digo bruto.
Así que tomabas leche Pascual, ¿eh? Que todo se sabe.
¡Hala! Hasta una nueva entrada, que mañana me voy de viaje. (Profesional, ¿eh?, Que no de placer.
Se bueno y no te me desmandes, que te conozco bacalao.
Un abrazo.
Me gusta mucho. Dice demasiado...
ResponderEliminarAbrazos. Sara.
cuando yo era chica, la leche venía en botella y la traía aurelio, el lechero. y eso que vivía en la avenida santa fe de buenos aires, en pleno barrio norte del centro de la ciudad
ResponderEliminarAquí en mis años chicos la leche tb iba en cristal y luego devolvias el envase al tendero para que te reenvolsara su dinerillo. A mi madre no se la traian a casa, me mandaba a mí donde Cipriano que el tio listo me daba las vueltas en sugus. yo encantado pero mi madre siempre me decia lo mismo: ¿"pero yo que te he dicho de las vueltas y los caramelos?" ¿"es que no piensas aprender nunca"?, "anda vete a tu habitación y quítate de mi vista"
Eliminarah que tiempos!
En una ciudad como Madrid la duda surge con facilidad ante tantas posibilidades, y no todas son sex shops :-)
ResponderEliminarY en cuanto a lo de la leche... me parece que eso de los sugus era costumbre bastante difundida
Los japoneses me parecen muy educados y grandes amantes del baile andaluz.
ResponderEliminarNo te puedes imaginar como en plena feria estando la caseta abarrotada de gentes y encontrando una silla libremente para sentarse para su señora, las veces que me agradeció que le acercara la que sobraba en mi mesa.
Besos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
A mi siempre me alucina la capacidad que tiene esta gente de estar en todas partes, hasta donde no te lo imaginas.
ResponderEliminarY lo de la leche... por aquí la traían en cántaro y te echaban los cuartillos que quisieras. Eso sí había que cocerla cuidadosamente después. Hace tantos años...
Un abrazo.