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sábado, 22 de junio de 2013

Dale a tu cuerpo alegría Macarena...


El viejo Ripley ha muerto. ¡Viva Ripley! con estas palabras que me llenan de "ogullo" y satisfacción comparezco ante ustedes para anunciar lo que ya adelanté en la entrada anterior, creo. 

Ni una palabra mas de mi vida personal, salvo quizá el dia 28 para decirles lo que me cuente la doctora de los hipnotizantes ojos azules.

A partir de ahora fotos y textos cortos, quizá tengan que ver con la verdad relativa de cada instante, momento o sucedido. Tal vez en relación con la foto, tal vez no, seguramente ni lo uno ni lo otro. Ya veremos. Digamos que esta vez no tengo plan "B". Pero Ripley en abstracto o concreto seguirá apareciendo pero sin mas detalle personal que el de hilo conductor de una breve historia. No es tan sencillo deshacerse de él.

Hoy me fuí de fotos, llegué a casa agotado, pero para eso hice una parada técnica, en el edificio multiusos que alberga entre otras muchas cosas el Ayuntamiento de Madrid donde hoy me han dicho, por teléfono, que no hacen exposiciones de un único artista, pequeña decepción pero que hubieramos podido arreglar entre nosotros mismos, poniendonos de acuerdo dos o tres bloqueros madrileños, -esto es cosa mia-, luego la voz femenina añadió que además están a tope hasta el verano que viene, ni siquiera tuvieron a bien contestar mi correo electrónico, otra decepción. Por si fuera poco, hace un mes, otra voz, también femenina me contó exactamente lo contrario de lo que hoy se me dijo. En fin, se le llama cortesía y también buena educación o si lo prefieren simple interés por cuidar las formas y maneras de eso que se llama en genérico "cosa pública". A cambio de todo esto tiene los baños mas limpios que jamas he visto en lugar alguno.

Subí a la cafetería para mis pulgas de jamón y dos refrescos, dos, de esa agua azucarada marrón de una multinacional americana y luego en casa con la cafeína y todo me quedé mas frito que el palo de un churrero. Me agoto con nada aunque caminé o anduve bastante para mí. Tres horas es mi limite en la calle, llegado ese momento me desplomo.

4 comentarios:

  1. Esto ya me gusta más... esos ánimos hay que subirlos.

    De la foto, veo que el color y la luz los empiezas a gestionar muy bien.

    Un abrazo.

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  2. Creo que la chica de la imagen te ha devuelto la moral...esperaré tus próximas entradas a ver que sorpresas nos proporcionas.

    Un beso.

    http://ventanadefoto.blogspot.com.es/

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  3. Pues nada, nos conformaremos con textos reducidos y, por éllo, supongo que sesudos y repensados.
    No es por llevar la contraria, Dios me libre, pero fíjese usted, señor Ripley, que cuando más me enganchan sus textos es cuando suelta por esos dedos todo lo que lleva dentro. Como cuando el gato acaba escupiendo sus propios pelos hechos una bola, que puede sonar un poco desagradable, pero es la mejor comparación que encuentro.
    El caso es que si usted puede prescindir de éllo, nada más hay que decir.
    También tengo que decir que alguna confesión suya si fuera bistec lo mandaría de vuelta a la cocina para que la pasasen bastante más.
    La verdad es que lo único que no me gusta es que vayan a ser todo textos 'cortos', quiero decir: que no quiero que se corte a la hora de escribir.
    En cuanto a la chica de la foto, debería alguien de avisarla para que abandone sus pensamientos el tiempo suficiente para no chocar con la papelera. Ése es el efecto que produce la perspectiva. ¿la aviso yo? ¡Señoritaaa!

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  4. Yo también creo que la chica del vestidito amarillo te ha levantado el ánimo, jeje! y lo de contarnos esto o aquello, cuenta lo que te venga en gana porque eso es precisamente la gracia de un blog ¿no crees?
    Mil besos.

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